Drones de madrugada

 4:56 a. m.

Me levanta el desorden de los días, la metafísica del tiempo, de ese mañana que es hoy y hoy es el instante.

Este rodeo de cosas viejas-antiguas, de cosas nuevas, de libros sin abrir, esperando el momento exacto para descubrir/lo y que al parecer es éste.

Ayer, ver el desastre -para mí- de lo que hace un perro que tira y mastica un espacio, me hizo huir del escenario, no estar ahí, fue como irme apaciguando de a poco, fue la sensación como aquella que viví con mi padre, solo que en aquel momento no escapé y me solté en palabras, de esas que dañan para siempre.

Ayer, fue el revés, me volví, recogí mi maleta de rayas, tomé las llaves de mi carro y salté a la carretera, como un acto de no suicidio, o de buscando la libertad.

Al llegar a casa, fue sentir un alivio, encontrar el silencio, la paz, encontrar-me.

Ahora heme aquí, rebuscando entre los "tiliches", muy al estilo de la Guelaguetza 2022, el sonido de mi pensamiento, la frecuencia de la voz interna, sintiendo todo en esdrújula, queriendo acentuar cada palabra, removiendo las imágenes, soltando el no sueño, intentando ser yo misma.

Ely