Acceso
Por fin acceso a mi blog...
Han pasado tantas mañanas de intento e intento y no había tenido acceso a mi blog.
He visto otros blogs, pero éste es mi blog y lo quiero seguir conservando. hay opiniones que dicen que un blog es muy informal y bueno, en cierto modo es verdad, pero es algo como una especie de diario personal, al que puede acceder el mundo, aunque yo solo tengo dos lectores y quizás no sea tanto esto de ser leída, sino más bien el espacio en blanco de una pantalla que es el lugar del vacío a llenar, el cuadrante en el que las letras se aglomeren hasta convertirse en una prosa, en un verso largo-extendido-ancho entre el logrado o no un poema, pero al final unas consonantes que nos lleven a un punto de desencuentro, entre lo significado de la nada y el todo.
Extrañaba escribir desde esta plataforma. Ahora es una incertidumbre entre tantos sueños de las cabezas de la familia, Maira soñó que murió la Madre, la Madre soñó que murió Julio -el yerno-, Anel soñó que murió Javier -el padre reconocido-, entonces parece que la muerte ha penetrado en nuestros sueños y advierte que algo acontecerá dentro de nosotros, entonces surge la pregunta: ¿acaso seré yo?, a mí a quien recientemente se me ha diagnóstica la diabetes, a quien apenas empezaba a disfrutar de sus comidas porque ya lo habría podido hacer sin alcohol y entonces surge que el páncreas está dañado y se necesita cuidar o de lo contrario viene la muerte.
Entonces la reflexión y las preguntas, los porqués de todo ello, y resulta que uno de los principales factores es el stress, y ese correr por "el cumplimiento", por los "deberes", por el callar, ceder, y ahora hay que soltar, aventar, tirar, permanecer en el aposento de un refugio que no dañe, que no lastime, que no hiera, un refugio en donde la vida es, pero cuidada por los mejores instantes de luz.
¿Cómo se puede lograr, todo ello?
¿Cómo decir basta, cuando todo se ha permitido?
¿Cómo decir hoy NO, porque necesito descansar, soltar, dormir?
A mis 50 años, es necesario hacerlo, caminar sin prisa, despreocuparme por las necesidades de los demás, ver más hacia mi interior y soltar las amarras del inconsciente, dejar que el monstruo se libere, pero sin hacerle caso, hacerlo invisible y olvidarlo, saber de su existencia, pero no más lucha, sino aceptarlo como la parte del todo.
Esta es la clave, que un sometimiento, no es degradación, sino tener presente que es una verdad, y que se pueden cambiar si es posible, sino lo es, es agradecer que se haya presentado como otra enfermedad, a la que el tratamiento es diferente, una nueva lista por cubrir, aunque con esa soltura, sin rigideces -aunque paradojamente lo requiera-, esos ceros del todo, cero azúcar, carbohidratos, carnes, tortillas, dulces, panes y una extensa y larga numerología de "no´s".
Por ello, pienso si acaso ¿seré yo?
Más el ver a más personas con 20, 30 años con esta enfermedad, me hace creer que sí se puede.
El hacer este detenimiento, es el hacer la meditación por un tiempo más prolongado.
Ahora, ¿Qué viene?
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