CATÁRSIS
PEN/SÁN/DOLO
9 de agosto 2023
Abro las páginas de you/tube y face/book, como esperando un milagro, de que el sistema se equivoque, que hayan dejado abiertas las ventanas y se pueda acceder, pero no, la respuesta es:
No se puede acceder a este sitio web
Es posible que la página web https://www.facebook.com/ esté temporalmente inactiva o que se haya trasladado definitivamente a otra dirección.
Hace unos diez años atrás, pedí el acceso a internet y me fue negado.
hoy el internet está medio libre.
la negación está en éstas páginas también como netflix, disney, y otras.
esto crea una sensación de mal/estar y a la vez un respiro para la escritura.
porque es obvio que en plan laboral, esto no es permitido, pero yo lo quiero y al no tenerlo me provoca esa entre angustia y desesperación o la demostración de mi falta de tolerancia a lo que podría ser cambiado, pero que no se debe.
exacto, en estos "debes", radica el dilema, de tener el internet en el área laboral.
bueno, parte de mis obsesiones, cuando hay tanto que hacer, tanto que leer, tanto que escribir, si, escribir para no morir, porque cada vez que no escribo, siento que las horas se mueren, porque aunque vuelven al otro día, en realidad, no vuelven, porque nunca se fueron.
Aquí, todo es igual que hace miles de años, los tiempos son los mismos, por ello para elena garro, el tiempo era solo un espacio de acontecimientos, ni lineal, ni curvo, ni denso, ni cronológico, su tiempo fue de todo, a veces un reloj sin segundero, un reloj sin horas, el infinito sin infinito o un infinito con un finito, la belleza de su pensar, de su elegir, de su estar, de su considerar que el acontecimiento es y cumplía su objetivo.
por ello, ahora que me encuentro con estas realidades o sub-realidades, porque se dice que este presente es ya un pasado, y las letras de arriba, ya fueron.
así como el cuerpo del primo recién muerto, con un ojo salido, con un rostro destrozado, enterrado en el más allá, ahí en donde las almas no se paran, ni en día de muertos, ahí yace la materia desintegrandose, ahí yace todo un sistema nervioso sin nervios, ahí yace un pensamiento que no piensa, ahí yace la quietud de ese no tiempo.
ahora quedan los recuerdos, en las mentes de los que no lo olvidarán, por un tiempo que podría terminar pronto, así como ese panteón al que nadie asiste.
yo, he pensado en mi muerte, pero yo deseo ser enterrada y que sobre mi cuerpo siembren una ceiba, un baobab, porque después de mi muerte, quiero vivir en la grandeza, porque en vida eso es lo que soy, me gusta lo grande, lo bien hecho, lo enorme, quiero loas como pita amor, pero no quiero terminar como ella, sino como las grandes escritoras, como las grandes poetas, una de verdad, que haya ganado un premio por sus buenas letras, no por los amiguismos o compadrismos, sino porque en verdad sus textos son valiosos.
en mi área de trabajo, en este tercer nivel, hay cuatro aires acondicionados, tres prendidos y uno apagado, yo tengo un ventilador, ese que me hace prenderlo, porque pocas sabrán lo que se siente a los 51 años, cuando viene el sudor por todo el cuerpo, el brote de agua por los poros y entonces se necesita del aire directo a éste cuerpo mío que transpira su delicadeza entrada en los relojes de arena.
la herida del dedo pulgar izquierdo, va cerrando, eso me hace pensar, que la diebetes ya no me existe.
el té que sorbo a manera de hidratante, tiene un suculento sabor amargo, lo sorbo como en la mierda de la política, sin gestos.
ahora, es momento de regresar a lo que no se olvida, a la poesía, a esas voces, que si necesitan callarse desde adentro, y la única manera es expresándolas, sí la poesía que aflore, y que
calle afuera.
calle afuera.
ELIA.
Comentarios