discusión

Discusión interna.

Desde que empecé a tener conciencia de mi ser, me llegó la noticia de un muerto, en esos instantes recapacité sobre el tema de ya no volver a ver a esa persona, en aquel momento fue un vecino Don Toño, un hombre alto, que hacía un viaje a la ciudad para ir a comprar su periódico, su alarma y otras revistas de las cuales a mi me gustaba leer.

Cuando lo encontraba montado sobre su robusto caballo color de la tierra, lo seguía con la mirada, luego me aproximaba a su encuentro y entonces le hacía la plática del día, sobre a dónde se dirigía y de dónde venía, preguntas inexactas para una adolescente, que solo deseaba entablar una conversación que la llevara a que le prestara ese manojo de letras que venían acumuladas en unas hojas dobladas en cuatro.

Así llegábamos a su casa, en donde lo esperaba su hamaca y un silencio en medio de la exuberancia de las plantas, a unos diez metros de su casa, pasaba el agua que nace desde la profundidad de la tierra y que se desborda acordonando la colonia entre líneas curvas que desembocan en el mar, ahí en donde sus vacas también se bañaban.

Ahora la muerte es un eje motor de la vida, la veo por todas partes.

Y entonces me viene el miedo, ese que se siente si acaso me tocase más cerca o fuese a mi propio cuerpo... solo reflexiono.