Sobre Altazor
Comentarios después de la lectura de Alzaro de Vicente Huidobro
Altazor es Huidobro, que en un descenso hacia la no vida, la muerte segura, vive un imaginario paraícadas en donde el “todo” vale la pena “significar”, a todo darle vida y toma o asume los roles que no lo haría cualquier mortal, como el proclamarse Dios.
Altazor es Huidobro, que en un descenso hacia la no vida, la muerte segura, vive un imaginario paraícadas en donde el “todo” vale la pena “significar”, a todo darle vida y toma o asume los roles que no lo haría cualquier mortal, como el proclamarse Dios.
Un poeta que exprime la palabra, que juega con
ella, que la convierte en música, que se dignifica con sus frases, bajo esa
escritura narcisista “yo… soy…” la
alta proclamación de un ego que por ende es el más sufrido, emitido desde esa
soledad.
En donde se vacía el ser huidobriano “Soy el único cantor de
este siglo Mío mío es todo el infinito";
también me es destacable que éste
poema-canto, tenga un prefacio por el propio Huidobro, esa especie
introductoria que trae una carga emotiva de
peso y que la va aligerando desde la concepción de un paracaídas.
Deja Huidobro,
con estos cantos, una huella teórica creacionista en donde lo incoherente toma
sentido con el ritmo, con el sonido, con una secuencia sintagmática, un vacío
que tiende a un significativo en la
reconfiguración de nuevos códigos.
Altazor lo
es todo: Dios del bien y del mal, el
sepulcro de Dios, el temblor de la tierra,
Es todo en
el todo y el todo platica con él, le pregunta: ¿Qué tal cómo está ud.?
Plantas, piedras, montañas, animales, astros, crepúsculos, ríos,
selvas, olas
Un escrito
hasta el total desvanecimiento de la voz, de la palabra, del leguaje, una
ovación a la vida: “…Y puesto que debemos vivir y no nos suicidamos
Mientras vivamos juguemos”
Mientras vivamos juguemos”
Palabras
conscientes: como, ojo, o como,
golondrina y todo lo que resulte o resuelva la palabra terminación “rina”
Los
cantos me hacen sentir que el lenguaje
toma su propio cauce, en su rima, con el
sentido y significancia hacia esa sonoridad gesticulada: “Rosario río de rosas; Clarisa clara risa”
Adiós
hay que decir adiós
Adiós hay que decir a Dios
El
horizonte es un rinoceronte
El mar un azar
El cielo un pañuelo
La llaga una plaga
Molinos de, del, en, que, con, como, a, que,
para… ento
Y
yo oigo la risa de los muertos debajo de la tierra
“La poesía
llora en la punta del alma. … por mi boca hablarán los hombres…” exclamación que conlleva esa fuerza
emocional de un ente poético que tiene una carga sentimental llena de vacíos
existencialistas, lo cual hace recordar las palabras del escritor mexicano José
Vasconcelos: “Por mi raza hablará el espíritu”
La Poesía se precia en una escritura hasta
el hartazgo, en una constante que pasa
por todos los estados, entre la parte del silencio, de lo jactancioso, de los
juegos gramaticales, hasta la misma palabra caotizarla y llevarla a una nueva
expresión:
Desde el arcoiris hasta el culo pianista de la
( vecina… |
Posibilidad de un desgastado
lenguaje, de algo que pasó de voz a
cantos, si el final no fuese “ia”, no
sería un canto o es estos tralalí que
lo hacen canto
Uiu uiui
Tralalí tralalá
Aia ai ai aaia i i
Tralalí tralalá
Aia ai ai aaia i i
Lalalí
Io ia iiio |
|
Ai a i a a i i i i o ia
|
Aí
ai
Podría ser un gemido,
un aullido o un no fin y un principio hacia algún nuevo destino de la palabra.
Un escrito, en donde lo “consciente, pasa a lo inconsciente”,
ente lo pensado, imaginado y que
a la par se va dando un proceso de
desarticulación dando pauta a la nueva creación, en la que el poeta se atreve,
sin miedo a no clausurar, sino a emerger desde esa voz interna endiosada y su
apropiación conceptual.
Elia.
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