“...Vivió muy rápido, porque sabía que iba a morir pronto...”
Carlos Fuentes


        Un hombre a quien admiro por esa grandeza como escritor, como ser humano, como el ejemplo de quienes intentamos escribir como él.

       Alguien a quien el dolor de la perdida de un hijo, le da aún más ese ahínco por continuar con sus escritos, así llega: 




Instinto de Inez, Alfaguara, México, 2001

       Un ser extraordinario que el solo escucharlo, en referencia a esa introspección que hacía, cuando dejaba escurrir las líneas, decía que su hijo estaba en él, dentro de él, dictando lo que escribía, sentía su espíritu.

        Y por ello mencionó, que la vida la vivió muy rápido, porque sabía que iba a morir pronto.

       A veces, yo he hecho un alto en mi vida; justo como ahora, cuando sentía que mi vida la estaba viviendo hasta lo último de mis alcances y aún más allá, el detenerme me hace ver atrás y ver mi desgarrada imagen en semi-destrucción.

       Hoy que me detengo, en este presente y que me acerco a la vida y obra de Carlos Fuentes:  
solo me queda el deleite, el aprendizaje, la tarea de leerlo en amplitud y la gratitud por haber desarrollado ese don de la escritura, al cual yo quiero seguir.

        Agradable, sincero, honesto, íntegro... cualidades imitables... un deleite, un ser transmutado... Carlos Fuentes.

Elia Pérez López


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