A TU AUSENCIA
... el tren ha hecho una parada; te levantas, volteas a verme y aquella mirada de ternura, de ilusiones, de admiración, esos ojos ya no lo destilan. Con unos jeroglíficos pintados sobre el asiento de enfrente escribes: "ya no siento eso especial, ya no siento lo mismo... de antes"
Tomas tu sombrero, te lo llevas más arriba de tus cejas; coges tu abrigo y sin ponértelo lo cuelgas en tu brazo, al instante coges tu valija (en la que nuestros sueños juntamos), y; tocas el primer eslabón de bajada.
Te sigo atónita, muda, desafiante a que regreses, entreabro mis labios -palabras que no logro articular-, levanto mi mano -para ver si aún te puedo detener- y... el tren avisa que continuará.
La bruma de la noche me hace ya no divisarte, ¡te has bajado!, y en la inmutabilidad de mi asiento queda el lugar en desierto, la frase del no sentimiento, del límite cumplido, de las fuerzas de luchas agotadas y entiendo que "te has ido".
Entre el puente, la vuelta que viene... el tren sigue su camino y yo... continúo en el viaje, con el asiento al vacío...
Sol-Ha-Mi
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