REFLEXIÓN
Las circunstancias de la vida y de nuestros actos nos llevan a tomar decisiones que marcan el futuro de nuestro ser.
Hoy ya es 30 de diciembre del año 2010,
mañana el día final,
como el preludio de lo nuevo que vendrá.
¡Vidas que se irán cruzando, sombras que se traspasarán!
¡Una luciérnaga más que nacerá!
¡Un invierno más que de frío nos arropará!
Y, en dónde el sol no deje de brillar.
La esperanza seguirá cobrando esa luz
que todos necesitamos
para hacernos de cada amanecer
un día de felicidad.
Felicidad que depende de cada uno llevar en nuestro respirar, transpirándolo segundo a segundo para crear así un universo cargado de ilusiones, de añoranzas, entusiasmos y anhelos que nos inviten a ser mejores seres humanos, mejores hombres y mujeres, que coordinemos nuestros cuerpos, nuestras mentes, con hilaridad, que seamos hacedores de los vocablos que nuestras bocas expulsen.
Mujeres de dignidad, mujeres en dónde la lucha continúe por una razón que no claudique ni se desvié de las bases que motivaron el alzamiento de la voz y la defensa de los derechos que le competen.
Hombres en cuya conciencia asiente su deseo de crecer por el ideal de formar ciudadanos capaces de responsabilizarse para un bien social.
Tareas mil, proyectos que construir por cada ente, que coadyuve a hacer de éste bello universo, la gracia del buen vivir.
¡Construyamos, crezcamos, renazcamos en cada luz, en cada día, en éste nuevo año 2011, perdonemos y cubrámonos de AMOR, por la eternidad!
Elia Pérez López
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